El mundo de la Fórmula 1 está inmerso en un conflicto entre los pilotos y el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem. Esta creciente disputa, que abarca desde sanciones polémicas hasta un aparente choque de egos, ha puesto de manifiesto tensiones que llevan tiempo gestándose.
Penalización por lenguaje inapropiado: el inicio del conflicto
El detonante más reciente de esta confrontación fue la penalización a Max Verstappen por usar una palabra inapropiada durante una conferencia de prensa en el GP de Singapur. La sanción, que incluyó trabajo comunitario, fue considerada desproporcionada por muchos, incluido Lewis Hamilton, quien calificó la medida como «una broma». Verstappen respondió con una protesta silenciosa en las ruedas de prensa posteriores, limitándose a dar respuestas breves y evitando interactuar en detalle con los medios.
Charles Leclerc también se vio afectado por esta política cuando fue multado con 10,000 euros por un desliz similar en México. En este caso, el monegasco cuestionó la transparencia de la FIA, exigiendo claridad sobre el destino del dinero recaudado por estas multas.
Una declaración de principios: los pilotos responden a la FIA
Antes de la carrera, los 20 pilotos de la parrilla, unidos bajo la bandera de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA), emitieron una carta abierta criticando varias decisiones recientes de la FIA. La misiva hacía referencia directa a la penalización impuesta a Max Verstappen, quien fue obligado a realizar trabajo comunitario por utilizar un término inapropiado durante una conferencia de prensa. El comunicado no solo cuestionaba esta medida, sino también otras decisiones que los pilotos consideran triviales, como las restricciones sobre el uso de joyas y ropa interior.
La declaración también pedía al presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, reflexionar sobre su propio lenguaje y tono al dirigirse a los pilotos, subrayando: «Nuestros miembros son adultos, no necesitan recibir instrucciones a través de los medios sobre cuestiones tan triviales».
El mensaje que lo dijo todo
Durante la primera sesión de prácticas libres, las cámaras captaron un anuncio en el circuito que decía: «We are all adults here». Aunque aparentemente un mensaje publicitario, el momento en que fue grabado no pasó desapercibido para nadie. En redes sociales, los aficionados reaccionaron de inmediato. «Perfecta sincronización y un humor sutil», comentaba un usuario en Twitter. Otro señalaba: «Vegas sabe cómo poner el tono, solo para adultos, dentro y fuera de la pista».
El periodista de Fórmula 1 Chris Medland también destacó la coincidencia, señalando en sus redes: «Hermosa sincronización en la FP1 cuando la cámara pasa junto a un anuncio que dice: ‘Somos todos adultos aquí’. La carta abierta de la GPDA dijo exactamente eso a Mohammed Ben Sulayem».
Aunque no está claro si el mensaje fue intencionado, el simbolismo fue evidente. En el marco de un circuito conocido por su ambiente extravagante y su lema de «lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas», la frase resonó como un eco irónico a las quejas de los pilotos, quienes exigen mayor autonomía y respeto por parte de la FIA.
Cambios de dirección: un punto de quiebre
La salida de Niels Wittich como director de carrera a solo tres Grandes Premios del final de la temporada sorprendió tanto a pilotos como a analistas. Verstappen calificó la decisión de «extraña» y destacó que un cambio tan abrupto solo genera inestabilidad. George Russell, en su rol de director de la Grand Prix Drivers’ Association (GPDA), también criticó la falta de comunicación por parte de la FIA, señalando que trabajar en conjunto habría sido más efectivo que recurrir a despidos.
El surgimiento de un frente unido
Ante la acumulación de tensiones, los 20 pilotos de la parrilla han decidido unirse a través de la GPDA, emitiendo un comunicado conjunto, algo que no ocurría desde 2017. En la carta, exigen a Ben Sulayem reconsiderar su tono y políticas, además de mayor transparencia sobre las multas y decisiones regulatorias. Este movimiento representa un nivel de unidad poco común en la Fórmula 1, con figuras como Hamilton, Leclerc y Verstappen alzando la voz contra lo que consideran un liderazgo poco receptivo.
Una supuesta pelea en Las Vegas
Rumores indican que Verstappen y Ben Sulayem habrían tenido una discusión previa al GP de Las Vegas. Aunque no hay confirmación oficial, esta información ha circulado ampliamente, alimentando la narrativa de una relación fracturada entre el tricampeón y el presidente de la FIA.
¿Qué sigue para la FIA y los pilotos?
La tensión entre los pilotos y la FIA ha escalado a niveles sin precedentes, y Ben Sulayem está bajo presión para abordar las preocupaciones planteadas por la GPDA. La pregunta clave es si el presidente está dispuesto a reflexionar sobre su liderazgo y trabajar con los pilotos para fortalecer el deporte, o si esta confrontación continuará marcando la dinámica en la Fórmula 1.
El mundo del automovilismo observa con atención, mientras esta batalla interna amenaza con redefinir las relaciones entre los protagonistas de la F1 y su organismo regulador.
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